Los aceites juegan un papel fundamental en el correcto funcionamiento y cuidado de los vehículos. Son esenciales para lubricar el motor, reducir la fricción entre sus componentes y evitar el desgaste prematuro.
Tipos de Aceites:
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Aceite de motor: Lubrica los componentes internos del motor, ayudando a reducir el desgaste y mantener la temperatura adecuada.
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Aceite para transmisión: Protege y asegura el buen funcionamiento de la caja de cambios, mejorando la eficiencia del vehículo.
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Aceite sintético: Ofrece mayor protección y rendimiento en condiciones extremas de temperatura y uso continuo.
Beneficios:
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Mayor vida útil del motor: Los aceites protegen los componentes móviles del motor, prolongando su durabilidad.
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Mejor rendimiento: Un motor bien lubricado consume menos energía, optimizando el rendimiento general del vehículo.
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Protección contra la corrosión: Ayuda a evitar el desgaste por oxidación y la acumulación de residuos.
Usar aceites de calidad en tu vehículo es clave para un funcionamiento óptimo, menos desgaste y un mayor ahorro de combustible.